Cerca de un pueblo medieval había dos señores feudales que se peleaban por un mismo trozo de tirra. Estos dos señores feudales de toda la vida habían estado picados entre ellos, esto venia de lejos entre las dos familias. Los dos querían ese trozo de tierra para tener más reputación a nivel territorial, y sobre todo para fastidiar al otro. Uno de estos, Gonzalo, era muy creído y pensaba que podría ganar al otro, Adolfo, muy facilmente si hacían una batalla con sus soldados o a lo que fuera era muy creído y prepotente. Los dos llegaron a un acuerdo para que no hubieran muertes inútiles. El trozo de tierra en disputa se lo rifarían a una partida de ajedrez y un torneo , pero en caso de empate se celebraría un día de caza.
Pues bien llegó el gran día, y la primera prueba la gano Gonzalo con bastante solvencia, haciendo un jake mate a los dos minutos. Gonzalo se las prometía muy felices ya que la segunda prueba era una de sus especialidades, pero los torneos (de caballos), la perdió. Adolfo empató. Llegó la última y definitiva prueba, la caza. Los dos se fueron al trozo de tierra en disputa que era un bosque bastante apto para la caza. Adolfo empezó bastante mal y Gonzalo lo aprovecho para distanciarse. Con una ventaja considerable Gonzalo aprovecho para relajarse un rato y poder descansar. En ese rato estuvo comiendo y bebiendo hasta no poder más. Y Adolfo seguia haciendo su papel en la caza y con un margen de tiempo considerable como para poder ganar la última de las pruebas. Cuando el Sol se puso marco el fin del tiempo para seguir cazando. Gozalo seguía de fiesta, y al hacer el recuento de piezas cazadas Adolfo tenía 63 y Gonzalo 51. Adolfo se hizo con el terrno. Y Gonzalo quedo en segundo plano en los pueblos cercanos.
Moralejas como esta hay a montones, historias com la tortuga y la liebre, y sin ir más lejos el otro día en el mundo del fútbol, el Madrid se pensaba que ganarían y perdieron por un chorreo, y hace tiempo por culpa de un hecho similar el Barcelona iba a jugar una final pensando que ganaria, pero perdio y de allí salio un refran catalán que dice:”no es pot dir blat fins que no estigui en el sac i bén lligat”.
dilluns, 16 de març del 2009
diumenge, 15 de març del 2009
Gustavo Adolfo Becquer
Llegó la noche y no encontré un asilo,
¡y tuve sed...!, mis lágrimas bebí;
¡y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
cerré para morir!
¿Estaba en un desierto? Aunque a mi oído
de las turbas llegaba el ronco hervir,
yo era huérfano y pobre...
“TEMPUS FUGIT”
La historia que se cuenta en este texto tiene una parte mala, y la que la sigue teóricamente tendría que ser “buena”. Esta historia podría estar perfectamente basada en hechos reales, ya que a veces los humanos nos equivocamos, para bien o para mal.
Érase una vez un hombre llamado Ruben, persona normal, joven, con un trabajo estable. Tenía pareja, Vanesa, de su misma edad. Ruben trabajaba de informático en su propia empresa, allí él se dedicaba a la venta y reparación de ordenadores, u objetos relacionados con el mundo de la electrónica. Ruben, en su vida privada y social, no tenía malos hábitos, todo lo contrario se abstenía de beber alcohol, fumar o consumir cualquier substancia estupefaciente cuando salía ya que no le gustaba mucho. No salía demasiado ya que vivía más por el trabajo que nada.
A Ruben muchas veces le dolía la cabeza, é normalmente le decía a su chica que era debido a pasar tanto tiempo entre máquinas, ese dolor lo tenía día sí día también prácticamente. A causa de las náuseas decidió cerrar un tiempo, para descansar. Al acabar las vacaciones, se dio cuenta de que ese dolor seguía allí. Convencido por su mujer, decidió ir al médico. En la consulta le dijeron que sufría de una enfermedad crónica, poco común. Con el argumento que le dio el médico decidió hacerse una serie de pruebas para confirmar con seguridad que padecía dicha enfermedad. Después de un tiempo llegaron los resulatados de esas pruebas. Los resulatados desmentían esa enfermedad para afirmar otra bastante peor. Dicha enfermedad no tenía cura ya que se trataba un trastorno neuronal bastante grave. Lo más seguro es que en unos meses se quedara vegetal, ya que sus neuronas no responderían a sus acciones. Perplejo, al saber esto, Ruben decidió hacer en lo que le quedaba de tiempo lo que había deseado siempre: Llevar una vida totalmente fuera de sitio.
Se decidió a salir mucho más con sus amigos, cerró el negocio, despilfarraba el dinero. Todo lo que no solía hacer estaba decidido a hacerlo en el poco tiempo que le quedaba. Con la tontería esa de salir más empezó a fumar ya que todos sus amigos y amigas fumaban, entre otras cosas tabaco. Seguido de esto empezó a beber más, hasta tal punto que parecía alcohólico. Después vinieron los porros, y con ellos arrastró a su pareja también. Se estaba arruinando la vida. De tanto salir y consumir demasiado acabó en la ruina él y su chica, no solo en lo ecónomico sino que también en la autoestima, ya que disponía de poco tiempo para poder solucionar las cosas.
Cuando vio que estaba viviendo más tiempo del que le habían dicho decidió ir al médico. Ruben se lo comentó al doctor que llevaba su caso, los dos estaban extrañados, en especial Ruben que últimamente no llevaba una vida demasiado sana. El doctor decidió hacerle ese mismo día unas cuantas pruebas más. Después de una semana llega-ron los resultados, para sorpresa del doctor, Ruben seguía vivo. El doctor abrió les resultados delante de Ruben. Las pruebas no coinci-dían con las anteriores. Estas justificaban que Ruben solo padecía de una simple migraña crónica, esto suponía que no se iba a morir, los médicos que llevaban su caso tuvieron un gran error, y fueron expedientados. Ruben no encajó esa noticia demasiado bien, ya que no tenía trabajo, que era lo primero para él, y ahora era un yonqui, su chica no le hacía caso, y sus amigos le habían dado la espalda.
Con un sentimiento de frustación y a la vez de simple alegría llegó a su casa, en la cual le esperaba Vanesa. Al entrar vio la luz encendia pero nadie contestó a su llegada. Al llegar al comedor vio a su chica tumbada en el sofá inmóvil. Ruben se temía lo peor ya que su chica era peor que él en le tema de las drogas. A Ruben le empezó a entrar un calor ya que se temía lo peor; al acercarse a ella sonó el despertador. Eran las siete y media de la mañana de un lunes cualquiera de febrero, a su lado tenía a su chica durmiendo. Todo esto fue un mal sueño causado por el estrés del trabajo,y el pensamiento de su subconsciente. Ruben se sintió muy aliviado al saber que fue una pesadilla de su subsconciente. Para él este mal sueño fue una lección moral de cara a los que le rodean, y que la vida se ha de aprovechar bién, pero sin pasarse.
Érase una vez un hombre llamado Ruben, persona normal, joven, con un trabajo estable. Tenía pareja, Vanesa, de su misma edad. Ruben trabajaba de informático en su propia empresa, allí él se dedicaba a la venta y reparación de ordenadores, u objetos relacionados con el mundo de la electrónica. Ruben, en su vida privada y social, no tenía malos hábitos, todo lo contrario se abstenía de beber alcohol, fumar o consumir cualquier substancia estupefaciente cuando salía ya que no le gustaba mucho. No salía demasiado ya que vivía más por el trabajo que nada.
A Ruben muchas veces le dolía la cabeza, é normalmente le decía a su chica que era debido a pasar tanto tiempo entre máquinas, ese dolor lo tenía día sí día también prácticamente. A causa de las náuseas decidió cerrar un tiempo, para descansar. Al acabar las vacaciones, se dio cuenta de que ese dolor seguía allí. Convencido por su mujer, decidió ir al médico. En la consulta le dijeron que sufría de una enfermedad crónica, poco común. Con el argumento que le dio el médico decidió hacerse una serie de pruebas para confirmar con seguridad que padecía dicha enfermedad. Después de un tiempo llegaron los resulatados de esas pruebas. Los resulatados desmentían esa enfermedad para afirmar otra bastante peor. Dicha enfermedad no tenía cura ya que se trataba un trastorno neuronal bastante grave. Lo más seguro es que en unos meses se quedara vegetal, ya que sus neuronas no responderían a sus acciones. Perplejo, al saber esto, Ruben decidió hacer en lo que le quedaba de tiempo lo que había deseado siempre: Llevar una vida totalmente fuera de sitio.
Se decidió a salir mucho más con sus amigos, cerró el negocio, despilfarraba el dinero. Todo lo que no solía hacer estaba decidido a hacerlo en el poco tiempo que le quedaba. Con la tontería esa de salir más empezó a fumar ya que todos sus amigos y amigas fumaban, entre otras cosas tabaco. Seguido de esto empezó a beber más, hasta tal punto que parecía alcohólico. Después vinieron los porros, y con ellos arrastró a su pareja también. Se estaba arruinando la vida. De tanto salir y consumir demasiado acabó en la ruina él y su chica, no solo en lo ecónomico sino que también en la autoestima, ya que disponía de poco tiempo para poder solucionar las cosas.
Cuando vio que estaba viviendo más tiempo del que le habían dicho decidió ir al médico. Ruben se lo comentó al doctor que llevaba su caso, los dos estaban extrañados, en especial Ruben que últimamente no llevaba una vida demasiado sana. El doctor decidió hacerle ese mismo día unas cuantas pruebas más. Después de una semana llega-ron los resultados, para sorpresa del doctor, Ruben seguía vivo. El doctor abrió les resultados delante de Ruben. Las pruebas no coinci-dían con las anteriores. Estas justificaban que Ruben solo padecía de una simple migraña crónica, esto suponía que no se iba a morir, los médicos que llevaban su caso tuvieron un gran error, y fueron expedientados. Ruben no encajó esa noticia demasiado bien, ya que no tenía trabajo, que era lo primero para él, y ahora era un yonqui, su chica no le hacía caso, y sus amigos le habían dado la espalda.
Con un sentimiento de frustación y a la vez de simple alegría llegó a su casa, en la cual le esperaba Vanesa. Al entrar vio la luz encendia pero nadie contestó a su llegada. Al llegar al comedor vio a su chica tumbada en el sofá inmóvil. Ruben se temía lo peor ya que su chica era peor que él en le tema de las drogas. A Ruben le empezó a entrar un calor ya que se temía lo peor; al acercarse a ella sonó el despertador. Eran las siete y media de la mañana de un lunes cualquiera de febrero, a su lado tenía a su chica durmiendo. Todo esto fue un mal sueño causado por el estrés del trabajo,y el pensamiento de su subconsciente. Ruben se sintió muy aliviado al saber que fue una pesadilla de su subsconciente. Para él este mal sueño fue una lección moral de cara a los que le rodean, y que la vida se ha de aprovechar bién, pero sin pasarse.
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