diumenge, 15 de març del 2009

“TEMPUS FUGIT”

La historia que se cuenta en este texto tiene una parte mala, y la que la sigue teóricamente tendría que ser “buena”. Esta historia podría estar perfectamente basada en hechos reales, ya que a veces los humanos nos equivocamos, para bien o para mal.
Érase una vez un hombre llamado Ruben, persona normal, joven, con un trabajo estable. Tenía pareja, Vanesa, de su misma edad. Ruben trabajaba de informático en su propia empresa, allí él se dedicaba a la venta y reparación de ordenadores, u objetos relacionados con el mundo de la electrónica. Ruben, en su vida privada y social, no tenía malos hábitos, todo lo contrario se abstenía de beber alcohol, fumar o consumir cualquier substancia estupefaciente cuando salía ya que no le gustaba mucho. No salía demasiado ya que vivía más por el trabajo que nada.
A Ruben muchas veces le dolía la cabeza, é normalmente le decía a su chica que era debido a pasar tanto tiempo entre máquinas, ese dolor lo tenía día sí día también prácticamente. A causa de las náuseas decidió cerrar un tiempo, para descansar. Al acabar las vacaciones, se dio cuenta de que ese dolor seguía allí. Convencido por su mujer, decidió ir al médico. En la consulta le dijeron que sufría de una enfermedad crónica, poco común. Con el argumento que le dio el médico decidió hacerse una serie de pruebas para confirmar con seguridad que padecía dicha enfermedad. Después de un tiempo llegaron los resulatados de esas pruebas. Los resulatados desmentían esa enfermedad para afirmar otra bastante peor. Dicha enfermedad no tenía cura ya que se trataba un trastorno neuronal bastante grave. Lo más seguro es que en unos meses se quedara vegetal, ya que sus neuronas no responderían a sus acciones. Perplejo, al saber esto, Ruben decidió hacer en lo que le quedaba de tiempo lo que había deseado siempre: Llevar una vida totalmente fuera de sitio.
Se decidió a salir mucho más con sus amigos, cerró el negocio, despilfarraba el dinero. Todo lo que no solía hacer estaba decidido a hacerlo en el poco tiempo que le quedaba. Con la tontería esa de salir más empezó a fumar ya que todos sus amigos y amigas fumaban, entre otras cosas tabaco. Seguido de esto empezó a beber más, hasta tal punto que parecía alcohólico. Después vinieron los porros, y con ellos arrastró a su pareja también. Se estaba arruinando la vida. De tanto salir y consumir demasiado acabó en la ruina él y su chica, no solo en lo ecónomico sino que también en la autoestima, ya que disponía de poco tiempo para poder solucionar las cosas.
Cuando vio que estaba viviendo más tiempo del que le habían dicho decidió ir al médico. Ruben se lo comentó al doctor que llevaba su caso, los dos estaban extrañados, en especial Ruben que últimamente no llevaba una vida demasiado sana. El doctor decidió hacerle ese mismo día unas cuantas pruebas más. Después de una semana llega-ron los resultados, para sorpresa del doctor, Ruben seguía vivo. El doctor abrió les resultados delante de Ruben. Las pruebas no coinci-dían con las anteriores. Estas justificaban que Ruben solo padecía de una simple migraña crónica, esto suponía que no se iba a morir, los médicos que llevaban su caso tuvieron un gran error, y fueron expedientados. Ruben no encajó esa noticia demasiado bien, ya que no tenía trabajo, que era lo primero para él, y ahora era un yonqui, su chica no le hacía caso, y sus amigos le habían dado la espalda.
Con un sentimiento de frustación y a la vez de simple alegría llegó a su casa, en la cual le esperaba Vanesa. Al entrar vio la luz encendia pero nadie contestó a su llegada. Al llegar al comedor vio a su chica tumbada en el sofá inmóvil. Ruben se temía lo peor ya que su chica era peor que él en le tema de las drogas. A Ruben le empezó a entrar un calor ya que se temía lo peor; al acercarse a ella sonó el despertador. Eran las siete y media de la mañana de un lunes cualquiera de febrero, a su lado tenía a su chica durmiendo. Todo esto fue un mal sueño causado por el estrés del trabajo,y el pensamiento de su subconsciente. Ruben se sintió muy aliviado al saber que fue una pesadilla de su subsconciente. Para él este mal sueño fue una lección moral de cara a los que le rodean, y que la vida se ha de aprovechar bién, pero sin pasarse.